"Ella no era el fabricante de lágrimas. Ella no lo disolvía en un llanto incontenible, no le había prendido gotas de cristal en los párpados.
Pero el corazón sí que le lloraba cada vez que la veía."
(pág. 165)
"Para Rigel el amor no eran mariposas en el estómago ni mundos azucarados. El amor eran enjambres voraces de polillas, un cáncer lacerante, ausencias como arañazos, lágrimas que él bebía directamente de los ojos de ella, para morir más despacio."
(pág. 167)
"Ella no anulaba sus tormentos. Los tomaba de la mano.
Aunque fuesen retorcidos, extremos y anómalos.
Aunque trataran de perjudicarla.
Los amansaba con una caricia y lograba sorprenderlos una y otra vez.
Y Rigel sabía el porqué, aunque no supiera el cómo.
Hasta sus tormentos se habían enamorado de ella.
Y él la quería con tosa su alma, aunque esa alma suya fuera una calamidad."
(pág 411)
Fabricante de lágrimas
Erin Doom
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